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Historia de Bogota

Prehispánica

Los primeros pobladores de Bogotá fueron los Muiscas, pertenecientes a la familia lingüística Chibcha. A la llegada de los conquistadores, se calcula que hubo una mitad indígenas millones de este grupo. Ocupaban las tierras altas y las faldas moderadas entre el macizo de Sumapaz en el suroeste y la montaña Nevada del Cocuy, en el noreste, en una extensión de aproximadamente 25.000 km2 que incluyen la alta meseta de Bogotá, parte del actual departamento de Boyacá y una pequeña región de Santander. Las tierras más fértiles eran las de las camas antiguas de los lagos pleistocénicos y las regiones irrigadas por los cursos altos de los ríos Bogotá, Suárez, Chicamocha y algunos afluentes del Meta.
En esta zona, la población se organizó en dos grandes federaciones, cada uno bajo el control de un Jefe: la zona suroeste fue el dominio del Zipa, que centro fue en Bacatá, actual Bogotá. Fue el más fuerte y ocupaba la Quinta dos partes del territorio. La zona noreste fue constituyendo el dominio del borracho, cuyo centro era la región de Hunza, actual Tunja. Sin embargo, la población Muisca, a diferencia de los Tairona, no desarrolló grandes ciudades. Los Muiscas, eminentemente agricultores, acordó una población dispersa que ocupaba numerosas y pequeñas aldeas y caseríos. Además, existían algunas tribus aisladas de libres: la de Iraca o Sugamuxi, Tundama y Guanentá. La principal ocupación de sus habitantes era la agricultura, complementada con la caza y la pesca. Sus principales cultivos fueron el maíz y que ella come, frijoles, calabazas, tomates, cubios, yuca, tabaco, arracacha, camote y diversas frutas y verduras. En el campo de la minería, la explotación de la sal y de las esmeraldas fue fundamental para su propio uso y para comerciar con otras tribus que fueron el suministro de oro y les algodón.
 

Mitos y creencias

El centro ceremonial del territorio del Zipa era Chía, lugar destinado para el culto a la Luna, y el centro ceremonial del borracho era Sogamoso, donde estaba el templo del Sol. Parece que la función principal de los sacerdotes muiscas fue la observación astronómica. De ello dan monumentos arqueológicos testimonio en forma de columnas de piedra, relacionadas para estos fines, como los "cojines del Diablo", dos grandes discos tallados en la roca, en un lugar alto, dentro del perímetro urbano de Tunja, que quizás fueron lugares de observación solar. En Saquenzipa, centro ceremonial cerca de Villa de Leyva, hay aproximadamente 25 grandes columnas cilíndricas alineación en dirección este oeste: desde este lugar, el día del solsticio de verano Ve el sol sale exactamente en la Laguna de Iguaque, donde surgió la diosa Bachué, según la leyenda.

Bochica, el civilizador de Dios quien enseñó las Artes manuales les dio a ellos procedimiento moral y más tarde guardó desde el diluvio y la inundación de la hoja de haber roto la roca y haber permitido que cuando las aguas para salir de salto del Tequendama deben formar. La diosa Chía era la Luna, Zuhé el sol. Se fueron produciendo culto a otras divinidades astrales. Para los Muiscas, las lagunas eran lugares sagrados y allí celebraban ceremonias. En sus mitos y leyendas más importantes fueron apareciendo las lagunas de Guatavita, Siecha, Tota, Fúquene y Iguaque, en cuyos alrededores han sido ofrendas de oro y cerámica. También estaban practicando el culto a los muertos: los nobles y los jefes fueron momificados y enterrados por todas sus pertenencias. La orfebrería y la cerámica
A pesar de que los Muiscas carecían de oro, estaban obteniendo en el trueque con otras tribus. Elaboraron diversos tipos de piezas, entre las cuales los tunjos están descritas, pequeñas figuras antropomorfas o zoomorfas ofrendaban a los dioses. Entre las diversas tecnologías que manejaban para elaborar las piezas son la fundición a la cera perdida, el martillado y el repujado. Los objetos de oro servían como funeral y ofrendas sagradas. También se hacen collares, brazaletes, orejeras, pectorales, narigueras y otras piezas con quienes fueron adornadas. Parte de ellos todavía permanecen en el Museo del oro y en otros museos y colecciones particulares. Fueron excelentes tejedores y alfareros destacados.

Conquista

Expedición de Gonzalo Jiménez de Quesada de 1533 sí cree que el río grande de la torta de esponja fue la forma en que dirigía al mar del Sur, Perú y el legendario dorado. El último fue el objetivo que se propone llegar a Gonzalo Jiménez de Quesada, el conquistador español que partió de Santa Marta el 6 de abril de 1536 con 500 soldados y fuimos hacia el interior de la actual Colombia.
La expedición se dividió en dos cuotas: uno supervisado por Quesada pasarían por la tierra y otra, dirigida por Diego de Urbino, que reparar el río en cuatro bergantines, para unirse más arriba con tropas de Quesada en el sitio que fue llamado A Torá de las cárcavas de bermellón. Al llegar tenían noticias que hacia el sur vivían a los indios que estaban haciendo grandes panes de sal que estaban usando a trueque de algodón silvestre y pescado. Jiménez decidió dejar la ruta hacia el Perú y para ir por la montaña en busca de los "pueblos de la sal".

Se vieron tillages, senderos, panes de sal blanca y luego chozas donde encontraron maíz, yuca, que come y frijoles.
De la Torá la expedición remendar el río Opón y allí encontró indígenas cubiertos con idénticos y muy finas mantas de algodón. Cuando llegaron al Valle de la protesta, de la expedición que había partido desde Santa Martha sólo ellos fueron restante 70 hombres.

En su recorrido se llevaron una buena cantidad de oro y esmeraldas. En Hunza capturaron el Quemuenchatocha borracho y fui a Sogamoso, donde saquearon y había inflamado el templo del sol y había obtenido un botín inmenso. El 22 de marzo de 1537 llegaron por el norte a través de los "pueblos de la sal", Nemocón y Zipaquirá. Al lugar les llamaron A Valle de las fortalezas. Ya en territorio chibcha encontró buenas maneras y fuimos hacia el suroeste. En pocos días pasaron por varios asentamientos, entre ellos Lenguazaque y Suesca.

Continuaron de Cajicá, Chía y aumento, comienzo del Reino de Bogotá, donde tuvieron enfrentamientos con los indios de la Bogotá jefe, que estaba tratando de evitar que la entrada a su pueblo y espió la empalizada de asentamiento de Muequetá o Bacatá, construido sobre una Cañada de Barrosa, que era la capital del Zipa Tisquesusa, en la orilla derecha del río del mismo nombre.


Colonia

Fundación de Bogotá, con el lema de los conquistadores de fundar y poblar, Quesada resolvió crear una adhesión urbana donde podrían vivir en forma bajo un gobierno estable. Hacia el este, al pie de las colinas, encontraron un asentamiento de indios llamado Teusaquillo cerca de la residencia de recreo del Zipa, provisto de agua, leña, tierras para sembrar y protegido de los vientos para colinas de Monserrate y Guadalupe.
Aunque no existe acta de Fundación de la ciudad, ha sido aceptada como fecha de Fundación el 6 de agosto de 1538. Según la tradición, ese día el monje sacerdote Domingo de las que casas informó a la primera Misa en una iglesia de paja cerca de la catedral actual o del actual Parque de Santander. Se dice que este día la región recibió el nombre de nuevo Reino de Granada y el asentamiento fue llamado Santa Fe.


Diseño de desarrollo urbano

El trazado urbano fue diseñado en forma de patrón cuadrado y desde entonces había implantado la medida de cientos de metros por cada lino de estable. Las calles de viaje - Oriente - occidente-tenía 7 metros de ancho y las actuales carreras, 10 metros. En 1553 la Plaza Major trasladó - hoy Plaza de Bolívar-, al sitio que ocupa actualmente e inició la construcción de la primera Catedral en el lado oriental. En otros lados había situado la sede del capítulo y de la Real Audiencia. La calle que se comunica la Plaza mayor con la de los pastos, - actual Parque Santander - era llamada la "Calle real", hoy la carrera séptima.

Población de Santa Fe

Fue formada por blancos, mestizos, indígenas y esclavos y desde la segunda mitad del siglo XVI comenzó a crecer rápidamente. En el censo de 1789 18,161 habitantes registraron, y en 1819 la población de la ciudad, que ya era posesión 195 manzanas, pertenece a 30.000 habitantes. Su importancia aumentó con la creación de la diócesis. Hasta 1585 la única parroquia fue la de la Catedral; Luego de la nieve fue creado en la parte norte y la de Santa Barbara, al sur de la Plaza mayor.
 
Gobierno y administración

El Gobierno de la ciudad fue a expensas del alcalde mayor y el capítulo formado por los regidores apoyado por el oficial o jefe de la policía. Para obtener una mejor administración de estos dominios uno instalado, en abril de 1550, audiencia de Bogotá de Santafé, donde ellos operaban los oidores. A partir de este momento la ciudad se convirtió en la capital y sede del Gobierno del nuevo Reino de Granada. Catorce años después, en 1564, la corona española se nombró el primer Presidente de la Real Audiencia, Andrés Díaz Venero de Leyva. La Nueva Granada se convirtió en virreinato en 1739 y se mantuvo hasta que el Libertador Simón Bolívar logró la independencia en 1819.
     
La religión

Después de haber dominado los indígenas a través de la guerra, comenzó la conquista de las conciencias para la religión con ayuda de las órdenes religiosas que se establecieron desde el siglo XVI en todo el territorio de la actual Colombia. Iglesias y conventos fueron construidos a expensas de la agustina dominicano, de las comunidades franciscana y más tarde, en 1604, de los jesuitas, los capuchinos y las monjas Clarisas, dominicanos y Carmelita llevas apagado. Estas comunidades marcaron el espíritu y las costumbres de los santafereños, ya que ejercen un dominio ideológico, político y cultural que apenas conoció bastante disminuido cuando, en 1767, Carlos III organizó la expulsión de los jesuitas de las colonias de España en América.
Centros educativos

Ya en el resto de la América hispana, las órdenes religiosas fueron fundamentales en el campo de la educación, que por orden de la corona se dio en las iglesias y conventos. Las primeras dos cátedras se deben a los frailes dominicos (1563 y 1573). En 1592 se fundó el Colegio Seminario de San Bartolomé para dar educación superior a los hijos de españoles; los jesuitas dirección este colegio en 1605 y fundaron el Colegio máximo que se colocó en una de las esquinas de la Plaza mayor.
En 1580 los dominicos fundaron la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino para artes y filosofía, y en 1621 los jesuitas iniciaron los cursos en la Universidad de San Francisco Javier o Javeriana. Monje Christopher de Torres fundó en 1653 el colegio mayor de nuestra Señora de el Rosario. En 1783 se inició la primera comunidad educativa y la primera escuela para la educación de la mujer en la Nueva Granada: el Colegio de la educación, de comunidad de Maria. Desde ese momento, las lecciones de la escuela comenzaron para las mujeres, derecho que hasta entonces estaba reservado a los varones.
Artes plásticas

Durante los siglos coloniales se pueden distinguir dos corrientes, fuente común estaba conformada por los temas religiosos: una educada influido bastante por la pintura de la metrópoli, tenida en la escuela santafereña del siglo XVII que aparece como Baltasar de Figueroa, Jefe de la dinastía de un pintores que creó y apoyó a la escuela en que Gregorio Vázquez de arce y Ceballos (1638-1711) se formó, quizás la figura más excelente; y la corriente popular formado por artistas más ingenuos y libres de las influencias de la época, que no se refería a cualquier escuela. Ellos estaban interpretando en la altura y las escenas bíblicas de la pintura, las vidas de los Santos y episodios de la vida de Cristo y la Virgen en una forma más libre.
La altura en madera ocupa el lugar destacado dentro de la producción plástica de la época y su máxima expresión uno piensa en los retablos que adornaron la mayoría de las iglesias coloniales, como el retablo del altar mayor de la Iglesia de San Francisco, realizado en su mayor parte por Ignacio García de Ascucha. En el siglo XVIII se destaca como escultor Pedro Laboria, español formado en los talleres sevillanos, quien se trasladó muy joven a Bogotá, donde trabajó allí el resto de su vida.
La influencia francesa que dominó en España en el siglo XVIII, inmediatamente después de la subida al trono de la dinastía de los Borbones, caracterizó también las tendencias artísticas en las colonias americanas. A mediados del siglo, la pintura y la decoración fueron secularizadas en la Nueva Granada y lo francés marcó el gusto de los estratos gubernamentales, de las familias de los criollos alto clase media y de las jerarquías superiores de la iglesia local. Los temas de carácter religioso dieron paso al retrato de figuras prominentes. El pintor más connotado de la época fue Joaquín Gutiérrez, portrayer de Virreyes.

La expedición botánica

La contribución más importante de esta época al conocimiento científico de la naturaleza americana está constituida por la expedición botánica, cuyo objetivo fue el estudio de la flora nativa. Se inició por orden del arzobispo - virrey Caballero y Góngora bajo dirección de José Celestino Mutis, y con la contribución de los científicos como Francisco Jose de Caldas, Jorge Tadeo Lozano y Francisco Antonio Zea. Tenía su sede en MARICA y en 1791 se trasladó a Santa Fe, donde duró hasta 1816

Los ponentes que han participado en este trabajo realizó una serie de preciosas hojas se dio cuenta perfectamente que se quedaron como testimonio de la investigación realizada. Fueron Francisco Javier Matiz y Paul Antonio García.

siglo XIX

La independencia

La agitación política que se vivió en todas las colonias de España en América, tuvo en las Nueva Granada diversas manifestaciones que aceleraron el proceso de independencia. Uno de los de mayor trascendencia fue la revolución de los plebeyos, elevación popular iniciada en la Villa de la ayuda - actual departamento de Santander, en marzo de 1781. El movimiento fue reprimido por las autoridades españolas y Jose Antonio Galán, su líder, fue ejecutado. Sin embargo, dejó una huella que siguieron, en 1794 Antonio Nariño, precursor de la independencia con la traducción y publicación en Santafé, de las leyes del hombre y del ciudadano y los líderes del movimiento del 20 de julio de 1810. Este grito de independencia se originó en una disputa por todas las apariencias no trascendentales entre criollos y españoles, para el préstamo de un florero, pero pronto se convirtió en una revuelta popular.
Allí ha sido dado el nombre de estúpido madre tierra para el período comprendido entre 1810 y 1815, pues durante estos años los criollos se enfrentan entre sí en busca de formas ideales de Gobierno, aparecieron las primeras luchas ideológicas y las dos primeras partes republicanas - federalistas y centralistas-.

La época de la independencia y el terror

En 1815 llegó a las costas de la Nueva Granada la Pacificadora de expedición supervisado por Paul Morillo, que intentaba reconquistar la colonia se rebeló. Comenzó entonces una época de represión que se extendía hasta 1819. La Nueva Granada vivió el período de la guerra de independencia, que costó la vida a personalidades célebres y culminó con la victoria de la campaña libertadora dirigida por Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander en las batallas de pantano de Vargas y de Boyacá (1819), que selló la independencia.

La Gran Colombia

En 1819 el Libertador creó la Gran Colombia, Estado nacional conformado por Venezuela, Nueva Granada y Quito, que se disolvió en 1830, el mismo año en que Simón Bolívar murió en Santa Marta.

La revolución del medio siglo

Entre 1819 y 1849 había no dado a sí misma cualquier fundamental cambio en las estructuras heredadas de la etapa colonial. Fue a mediados del siglo XIX cuando comenzó una serie de reformas fundamentales, entre las que destacan debe la religiosa abolición de la esclavitud y de las libertades, de educación, de prensa y de palabra, de industria y comercio, entre otros. En la década del 70 el radicalismo acentuó las reformas y se modificó esencialmente la concepción del Estado, de la empresa y de las instituciones. Sin embargo, durante esta segunda mitad del siglo el permanente del país ante "pronunciamientos", concursos entre Estados y facciones y guerras civiles: la última de ellas y más sangriento de estos fue que de los mil días, a partir de 1899 a 1902.

El sistema educativo en el siglo XIX

Obtenida la independencia, Bogotá siguió conservando el privilegio de ser el principal centro educativo y cultural de la nueva nación.
En 1823, pocos años después de creada la Gran Colombia, la biblioteca pública, que en la actualidad es la Biblioteca Nacional, fue ampliado y modernizado con nuevos volúmenes y mejores instalaciones. Se fundó el Museo Nacional. Estas dos instituciones realizan gran importancia para el desarrollo cultural de la nueva República. Desde la mitad del siglo, la secularización y la oficialización de la educación amplió las posibilidades de formación. La Universidad Central fue el primer Estado, precursor de la actual Universidad Nacional. Fue fundada en el año de 1867 y llevó a Bogotá como sede.

La Comisión coreográfica

Entre 1850 y 1859 realizada el primer intento de investigar acerca de la historia, geografía, cartografía, economía, sociedad y cultura de las diversas regiones del país, a través de la Comisión coreográfica dirigida por el italiano Agustín Codazzi. La experiencia gráfica y documental lograda por la Comisión tuvo una gran trascendencia y complementó la labor de la expedición botánica. Los ponentes de la Comisión eran miniaturistas, hija y paisajistas que cruzaron el país y grabaron tipos humanos, oficios, formas de trabajo, tecnología


Los viajeros y pintores de costumbres

En la primera mitad del siglo XIX, los primeros viajeros republicanos y otros visitantes fascinados por la naturaleza, los personajes y las costumbres, dejaron colecciones de dibujos y acuarelas que dan testimonio de las obras, los vestidos, los usos y costumbres, los medios de transporte, las festividades y las formas de vida que observaban alrededor de él.
En la misma época, otros viajeros y hombres de letras ilustran los mismos temas a través de textos escritos como "Los bogas del río bizcocho de Rufino José Cuervo en 1840 y muchos diarios" y libros de viajes. Más conocidos de estos viajeros - artistas fueron Walhous Mark (1817-1895) cuyas excelentes acuarelas constituyen un valioso testimonio de la Colombia de la época, Alfredo J. Gustin, César Sighinolfi, León Gautier, Luis Ramelli y muchos diferentes. Algunos de ellos permanecieron en el país y fundaron escuelas y academias de arte donde dieron conocimientos técnicos y artísticos.
El mexicano Santiago Felipe Gutiérrez fue el artista extranjero de mayor influencia en la época. En 1881 fundó la Academia Gutiérrez, que se transformó en la escuela de arte de la Universidad Nacional.

El papel periódico ilustrado
Alberto Urdaneta trajo al país que al español Antonio Rodríguez, a cuyo puesto fue la escuela de grabado que trabajó desde 1881 en Bogotá. De ella se salió de los ilustradores del papel periódico de ilustrado (1881-1886), publicación fundada y dirigida por Urdaneta. El trabajo de los colaboradores del papel periódico ilustrado es de gran valor documental.

La población

Aunque Bogotá careció de un flujo importante de inmigrantes extranjeros, según los censos realizados durante el siglo XIX la población tuvo un crecimiento bastante regular: en 1832 tenía 36,465 habitantes; en 1881, 84,723 habitantes y hacia fines del siglo casi 100.000. El crecimiento de la población desde 1850, debida en parte a las reformas del medio siglo que ampliar las fuentes de trabajo. Bogotá ofrece la posibilidad de trabajar en el comercio o de la recuperación de las funciones de diversa índole. Este incremento produjo una extensión física de la ciudad, que se expandió hacia el norte y creó nuevos barrios hasta la aldea de almadreñero, a cinco kilómetros del centro de la ciudad.

La vida cultural de la ciudad
Bogotá era que una ciudad aislada suficiente, ya que las vías de comunicación eran muy precarias. Sólo al final del siglo este aislamiento fue cediendo gracias al ferrocarril y algunas carreteras que ponen en contacto con el río bizcocho y a través de éste con la costa del Caribe.
En la década de los sesenta, escritores de diversas tendencias se reunieron en multitudes sobre la revista mosaico, fundaron y dirección por José María Vergara y Vergara y en forma de uno de los primeros intentos de contar la historia de la literatura colombiana y de consolidar la identidad cultural del país.
La vida cultural de la ciudad estaba centrado en las tertulias literarias que durante el siglo XIX permitió la de Bogotá que compartir sus inquietudes literarias y políticas y asistir a presentaciones musicales y de obras dramáticas. En el teatro Maldonado había llevado a cabo representaciones de teatro y de ópera y ya a finales del siglo XIX Bogotá fue que poseen dos teatros importantes: Christopher Colón de teatro, inaugurado en 1892 y el Teatro Municipal, inaugurado en 1895, que ofrecía zarzuelas y revistas musicales. También fue un escenario de importantes pasajes de la historia colombiana durante las décadas del 30 y del 40.
Durante el siglo XIX, a pesar de los constantes levantamientos y las guerras civiles que alteraron el normal desarrollo de la nueva República, en Bogotá se quedan las tradiciones y costumbres que se fueron volviendo a la época colonial, combinados con algunos Europea influyen. En las reuniones y en las tertulias que se impusieron ciertas mostrar moderación y refrigerios: el chocolate con colaciones y dulces elaborados en las casas se servía en las noches, y el guiso de patatas y Chile se convirtió en el plato. En los partidos de noche uno fue tocar en el piano las piezas musicales de compositores locales, y en las mayoría numerosas reuniones, el corredor se bailaba, forma una de rápido llamado vals así para los pasos cortos que se dieron sobre haber ejecutado la danza.


Producción artística

En 1886, había fundado la Escuela Nacional de Bellas Artes, que dio un impulso definitivo al desarrollo artístico de la ciudad. Alberto Urdaneta fue su primer director. Los pintores Epifanio Garay y Ricardo Acevedo Bernal, profesores de la escuela, fueron importante hija, pero la figura más distinguida a partir de este momento era la del pintor Andrés de Santamaría (1860-1945), gran innovador de la pintura en Colombia. Fue dos veces el director de la escuela de arte y su trabajo relacionado con la Impresionism, es de gran importancia en la época. El paisaje actual tuvo sus más connotados representantes en Roberto Páramo, Jesús María Zamora, Eugenio Peña, Luis Núñez Borda y Ricardo Gómez Campuzano, pintores cuyas obras permanecen en la colección permanente del Museo Nacional.

Producción literaria

Bogotá le entregó al mundo de habla hispana la figura de Jose Asunción Silva (1865-1896), predecesor del modernismo. Su obra poética y la novela de mantel Coloque en un lugar destacado en la literatura estadounidense. Rafael Pombo (1833-1912) fue un destacado poeta del romanticismo americano y dejó un conjunto de fábulas que ha sido una parte esencial del imaginario infantil y de la tradición colombiana.

El ferrocarril

El proyecto del ferrocarril del Norte que uniría a Bogotá con el río Carare, afluente del Magdalena, se remonta a la época del radicalismo, pero sólo comenzó a tomar forma con la primera de las secciones que fue el ferrocarril de Girardot, contratado por el Gobierno con Francisco Javier Cisneros en 1881, y cuya primera distancia se unió al puerto sobre el Magdalena con Tocaima. En 1898 la ruta llegó a Anapoima y en 1908 unió a Facatativá. A partir de este momento la de Bogotá que podían moverse por ferrocarril hasta el río bizcocho. La distancia Bogota-Chapinero-Puente del común uno fue inaugurado en 1894, el de Cajicá en 1896 y de Zipaquirá en 1898. Con las rutas, la hoja de Bogotá estaba diciendo Soacha y Sibaté a finales del siglo XIX con cientos de kilómetros de ferrocarriles.
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Phone

La primera línea telefónica que existió en Bogotá unió, de 21 de septiembre de 1881, al Palacio Nacional con las oficinas de correos y Telégrafos de la ciudad y el 14 de agosto de 1884, el municipio de Bogotá concedió al ciudadano cubano José Raimundo Martínez el privilegio de establecer el servicio telefónico público en la ciudad. En diciembre del año mencionado uno instalado el primer dispositivo de la Oficina de los señores Hermanos de Benito Gonzalez, conectado con otra en almadreñero.

El tranvía

El 25 de diciembre de 1884 hubo inauguró el primer tranvía de mulas, que fue cubriendo la distancia entre la Plaza de Bolívar y almadreñero y en 1892 inauguró la línea que se une la Plaza de Bolívar con la estación de la hoja. La movilización era sobre rieles de madera, pero desde que se descarrilaron fácilmente se cambiaron a los de acero, importados de Inglaterra. En 1894 la línea Bogota - almadreñero fue atravesada por un coche cada veinte minutos. El tranvía dio servicio hasta 1948 y fue reemplazado por autobuses.

La Regeneración

El Presidente Rafael Núñez declaró el fin del federalismo, y en 1886 el país se convirtió en una República de centralista ha regido por la Constitución que estuvo vigente, con algunas reformas, hasta 1991. En medio de las vicisitudes de la política y de la administración, Bogotá continuó siendo la capital y el principal centro político del país.


siglo XX

Habiendo comenzado el nuevo siglo, Colombia tuvo que enfrentar las devastadoras consecuencias de la guerra de los mil días, que duró desde 1899 hasta 1902, y de la pérdida de Panamá. Entre 1904 y 1909 fue devuelto a la legalidad al liberalismo y al Presidente que Rafael Reyes intentó realizar un gobierno nacional. La Paz y la reorganización del estado generaron un aumento de las actividades económicas. En Bogotá se inició una transformación profunda arquitectónicas y urbanísticas y un significativo crecimiento de la producción industrial y artesanal. En 1910 se realizó la exposición Industrial del centenario en el Parque de la independencia. En los pabellones construidos allí se hicieron evidentes los avances logrados en la industria, las labores artesanales, las Bellas Artes, la electricidad y las máquinas.
El período que va desde 1910 hasta 1930 se denomina la hegemonía conservadora. Entre 1924 y 1928 comenzaron las grandes luchas sindicales y pasó allí las huelgas de los trabajadores de los campos de petróleo y de la zona bananera, que dejó un número incalculable de muertos. La industria casi no existía en Bogotá. La producción era básicamente artesanal y estos oficios fueron agrupados en lugares específicos, como también los sectores comerciales. En la Plaza de Bolívar y sus alrededores fueron los hatteries; en la calle del comercio - la séptima carrera actual - y en la calle Florián - hoy octava carrera-, instalaron los almacenes de lujo que vendían productos importados; en el pasaje Hernández se ubicaron los tailorings y entre 1870 y 1883 se fundaron los cuatro principales bancos: que de Bogotá, de Colombia, la Popular y la de préstamo hipotecario. La Cervecería Bavaria, establecida en 1889, fue una de las principales industrias.
En 1923, los Estados Unidos hicieron al Gobierno colombiano el primer pago de 25 millones de dólares recordado como indemnización por su intervención en la separación de Panamá, que trajo una prosperidad que se reflejó en el aumento de las exportaciones, mayor inversión extranjera y desarrollo de infraestructura para el desarrollo; rutas fueron construidas, se incrementó la industria, el gasto público creció y se extendió la economía urbana.

La república liberal
Inmediatamente después de la masacre de las bananeras y de la división del partido conservador, Enrique Olaya Herrera subió al poder en 1930. El partido liberal llevó a cabo, durante 16 años de la llamada República Liberal, se reforma en el campo agrario y social, político, laboral, educativa, económica y administrativa de carácter. Fuerza tomó el sindicalismo y se amplió la cobertura de la educación. En 1938 había celebró el cuarto centenario de la Fundación de Bogotá, que la población pertenecía ya 333,312 habitantes. Esta celebración produjo un buen número de obras de infraestructura, construcciones nuevas y fuentes de trabajo. Dividido el partido liberal, en 1946, el candidato conservador rosado nuevamente al poder y en 1948, inmediatamente después de la muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, el centro de Bogotá fue prácticamente destruido y la violencia empeoró. Desde esta fecha, la ciudad tenía una serie de cambios fundamentales en su desarrollo urbanístico, arquitectónico y el aspecto de la población.


La vida ciudadana en el siglo XX

Durante estos años se aceleró la transformación de la vida cultural de Bogotá, en parte gracias a los nuevos medios. Se multiplican los periódicos telegráficos y telefónicos, las revistas nacionales y extranjeras, el cine, la radio, las comunicaciones y el transporte aéreo informó a Bogotá con el resto del mundo. Las grandes olas de campesinos y propietarios de fincas que huían de la violencia, y de quien ellos llegaban a Bogotá en busca de trabajo y mejores oportunidades, se triplicó la población que pasó de 700.000 en 1951, a 1.600.000 en 1964 y a 2.500.000 habitantes en 1973. La ciudad fue modernizar, fue ampliando los campos de trabajo y las ofertas económicas en la industria, las finanzas, la construcción, la educación. Durante los años de la dictadura del general Rojas Pinilla (1953-1957), la televisión empezó en Colombia y obras realizadas como hombre del aeropuerto el dorado que reemplazó al antiguo aeropuerto de techo y que atrajo, desde la Avenida que une con la ciudad, el desarrollo urbano y una gran variedad de barrios en el oeste. La carretera del Norte, a su vez, amplió la tendencia de desarrollo urbano hacia el norte. Allí comenzó el proyecto del centro administrativo oficial, terminó más tarde y que forma el actual centro nacional de administrativo, KHAN.
Bogota, distrito especial y distrito de cardenal en 1954 anexa a Bogotá los municipios de Usme, Bosa, Fontibón, Engativá, aumento y Usaquén y se creó el distrito especial de Bogotá, que se proyectó hacia un crecimiento futuro y organizó la nueva estructura administrativa de la ciudad. En 1991, para la nueva Constitución, Bogotá pasó a ser Distrito Capital. Según el censo de 1985, la población de la capital había aumentado 4.100.000 y en 1993 ocurrió casi 6.000.000. Transformación económica
La economía de la ciudad ha tenido gran desarrollo y diversificación. La producción industrial es inmensa, que ha hecho necesaria la creación de importantes parques industriales especializados. La producción artesanal se ha convertido en una de las expresiones más valoradas de ornamentales y utilitarias y en una fuente de ingresos para las empresas familiares. La actividad comercial vive a través de un proceso de aumento de la actividad y hacen de los centros administrativos, financieros, negocios y Banco de Bogotá el eje económico del país y un lugar favorecido para el negocio con el mercado de la zona andina y con los Estados Unidos con varios países europeos y asiáticos.
La hoja de Bogotá se ha convertido en un centro de producción de flores que se exportan a muchos países, generan divisas y son una fuente de trabajo que absorbe una cantidad inmensa de mano de obra. La economía sumergida y la microempresa dan ocupación a un amplio sector de la población en diversas actividades.

Vida cultural

Desde 1950, en Bogotá un profundo desarrollo comenzó en la arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la literatura y la educación. En la actualidad, las universidades ofrecen estudios y especializaciones en las diversas carreras artísticas. Las facultades de filosofía, literatura, historia, Humanidades y ciencias sociales, en los niveles de pregrado, maestría y doctorado, los profesores están formando, investigadores, científicos, escritores, músicos y cineastas reconocidos internacionalmente.
Educación superior

La educación universitaria es uno de los aspectos más importantes de la vida de Bogotá. Se calcula que la población de la Universidad es el 16% del total de la de Bogotá.
Las más importantes universidades que ofrecen programas de pregrado y diversas especializaciones, maestrías y posgrados en el país, son, entre otros, la Universidad Nacional, la Universidad de los Andes fundada en 1948, las universidades Javeriana, Rosario, Santo Tomás, que se fundaron en la colonia y las universidades Frees, Day school, Jorge Tadeo Lozano, pedagógica, la hoja, Sergio Arboleda y Católica. El Instituto caro y Cuervo se desarrolla la actividad más importante en lo que tiene que ver con la lengua castellana.

Bogotá en la actualidad

Bogotá es en la actualidad una metrópoli moderna que tiene cerca de 7 millones de habitantes y su extensión es de 33.000 hectáreas aproximadamente. Con los avances técnicos de las grandes ciudades y las transformaciones importantes de los últimos ocho años, Bogotá es una ciudad agradable y hermosa, con una vida cultural muy rica y variada. Es una ciudad que ofrece todos los servicios y comodidades que necesita de la vida moderna, sin que haya perdido muchas de las costumbres de la época colonial, que conservan en sus barrios tradicionales.

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